Cómo hacer un humectante de aceite de coco y diente

Cómo hacer un humectante de aceite de coco y diente de león

Los dientes de león tienen tan mala reputación.

Muchos los ven como una monstruosidad en un césped perfecto o como una maleza inútil. Pero para mí, y para muchos polinizadores, es una flor milagrosa.

Los dientes de león no solo son comestibles y nutritivos, sino que también tienen poderosas propiedades curativas para la piel.

El diente de león es excelente para tratar la piel agrietada y áspera, curar quemaduras y tratar el acné. Combine eso con los muchos beneficios para la piel del aceite de coco, obtendrá un súper humectante que es perfecto para todo tipo de piel.

Contenido

Cosecha de dientes de león

Los dientes de león son una importante fuente de alimento para muchos polinizadores. Cuando los cosecho de mi jardín, no los recojo limpios.

Deje la mayoría atrás para que puedan ir a la semilla y hacer más. Si los está recogiendo de un lugar que no sea su propio jardín, asegúrese de que sea un área que no esté expuesta a productos químicos.

Después de cosechar las flores, déjelas reposar en una bandeja forrada con una toalla durante unas horas para que los insectos salgan de ellas.

Luego, déjalos al sol para que se deshidraten. Si es un día soleado y caluroso, solo tomará unas pocas horas. Alternativamente, si tiene un deshidratador eléctrico, eso también funciona.

Ingredientes

El primer paso es infundir el aceite de coco con las flores de diente de león.

Ponga el aceite de coco en el frasco de conservas. Agregue el frasco a la cacerola pequeña.

Llene la cacerola con suficiente agua para alcanzar un par de pulgadas por el costado del frasco. Ponga la sartén a fuego lento hasta que el aceite de coco se derrita.

Una vez que el aceite se haya derretido, agregue las flores secas de diente de león.

Deja que las flores se sumerjan en el aceite a fuego lento durante unas dos horas. Esté atento al nivel del agua; no dejes que todo se evapore.

Después de dos horas, apague el fuego y deje que el frasco se enfríe lo suficiente como para manipularlo. Luego, cuela las flores del aceite de coco.

El aceite será de un amarillo brillante y soleado, ¡igual que los dientes de león!

Agregue el aceite esencial de lavanda (si lo usa). Ponga el aceite de coco infundido en el refrigerador hasta que esté firme (no sólido).

Con una batidora de mano, bate el aceite de coco infundido firme hasta que parezca mantequilla batida o glaseado.

Poner en un recipiente de hojalata o frasco de vidrio. Guárdelo en el refrigerador si hace calor en su casa. Se derrite como la mantequilla en cuanto entra en contacto con la piel caliente.

Úselo como bálsamo labial, en codos y pies secos, para aliviar dolores musculares y dolores, para aliviar los brotes de acné o incluso como una loción para después del afeitado.

¡Esta pronto será tu crema hidratante favorita!

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